Niyama, la relación con una misma

Después de dedicar el tema del mes de marzo a los yamas, seguimos con el estudio de los 8 pasos propuestos por Patanjali en sus Yoga Sutras. En abril, nos enfocamos niyama.

Niyama tiene que ver con la disciplina individual. Son normas de conducta físicas y mentales que deben trabajarse a la vez que los yamas.

En otros textos de filosofía se incorporan siete niyamas: fe, caridad, modestia, mente firme, repetición de los nombres divinos, creencia en las escrituras sagradas y observancia de votos.

En los Yoga Sutras encontramos 5 niyamas que son los siguientes:

 

śauca saṃtoṣa tapaḥ svādhyāy eśvarapraṇidhānāni niyamāḥ || YS 2.32 ||

Śauca (limpieza), Santoṣa (contento), Tapas (austeridad), Svādhyāya (autoestudio) y Īśvarapraṇidhāna (devoción al Señor) son los Niyamas.

 

Sauca (limpieza).

Comprende el “lavado” externo y el interno.

La limpieza externa aplica a los 5 órganos de los sentidos, la higiene personal y el cuidado de la alimentación.

El lavado interno tiene que ver que tiene que ver con la limpieza mental, especialmente en relación a las impurezas acumuladas en forma de klesas (sufrimiento mental).

Santosa (contentamiento).

La dicha o contento es un estado mental necesario para el desarrollo del bienestar de la mente y del cuerpo. La ausencia de deseo por cualquier posesión excesiva que no sean las necesidades inmediatas para mantenerse en vida, da como resultado santosa.

Tapas  (austeridad)

Se relaciona con la habilidad de soportar austeridades físicas y mentales para dominar y purificar la mente. Una penitencia física tiene que ver con soportar algunos dolores, ayunar o limitar la comunicación a través de los sentidos. La penitencia mental tiene que ver con no albergar pensamientos o sentimientos negativos respecto a lo demás o una misma.

Svādhyāya (estudio de sí mismo)

Concentrar todas las fuerzas del cuerpo, la mente y el intelecto en la realización de uno mismo. Svādhyāya se relaciona también con el estudio de los textos sagrados a través de los cuales elevarse y conectar con lo divino.

 Īśvarapraṇidhāna (devoción a Dios)

Para llegar al estado de Samadhi (liberación) hay que rendir todas las acciones a Dios. Podemo relacionar este yama con la idea de Bhakti Yoga presentada en el Bhagavad Gita.

Algunos interpretes más actuales han planteado una visión más ateística de Īśvarapraṇidhāna, equiparando Ishvara (dios) al concepto de yogui perfecto. En el texto original de los Yoga Sutras, Patanjali es claro en su referencia religiosa de devoción a lo divino.

 
 

Los niyamas se pueden aplicar a todas las personas, tanto si siguen el camino del yoga como si no y no se limitan a una religión o creencia concreta.

Desde nuestra mente y valores contemporáneos, podemos pensar que los yamas son directrices pasadas de moda o que no tienen que ver con las personas de hoy en día. Precisamente en un mundo cada vez más rápido e individualista, es necesario volver a la esencia de los yamas.

A través del trabajo sobre una misma, de la escucha interna, la conexión intuitiva y, al mismo tiempo, la relación sincera y sencilla con el entorno, desarrollaremos las herramientas para la propia evolución.

Para Patanjali estos dos angas (yama y niyama) son suficientes para adquirir un primer estado de Samadhi.

 
 
 
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